Bruna, por ejemplo, adora ser sumisa en el sexo. Esta brasileña veinteañera encuentra que obedecer tus deseos sexuales le da mucho morbo. Abandonarse a la voluntad de otro es muy, muy excitante, dice.
También le encanta ser sumisa a Jessica, que cuenta además con apartamento propio. Esta catalana descubrió el sexo real en su experiencia de Erasmus en Londres, y decidió que iba a ser parte importante de su vida. Convertirse en escort ha abierto las puertas de su imaginación erótica y da rienda suelta a sus deseos más profundos. La sorpresa llegó cuando descubrió las delicias de ser una sumisa en Barcelona.
Davinia también adora ser sumisa, aunque su auténtica especialidad es la de ser escort para parejas en Barcelona. No es fácil, porque para ello hay que disfrutar con las dos personas y procurar que entre la pareja no surjan celos o problemas. Pero el sexo a cuatro manos es inigualable.
Anaïs ha estudiado en los mejores colegios y allí aprendió a ser sumisa. Todavía se educa en ellos para obedecer. Tiene también, claro, una gran cultura. Por lo que puedes estar con ella en cualquier parte, llevártela incluso a una velada entre colegas. Y despertar después tus instintos más salvajes cuando estéis a solas… Siempre dentro de los límites que el BDSM establece para que el disfrute de la relación sea mutuo.
Ahora si lo tuyo son las maduras, tenemos una exclusiva selección de maduras en Barcelona
Una relación dominante/sumisa puede dar la vuelta a la idea que tienes del sexo. Aunque pienses que no es lo tuyo o solo te pique la curiosidad, tener una relación erótica con una escort sumisa de Barcelona te va a descubrir muchas cosas de ti mismo y del sexo. Entre otras, ¡que puede ser muy divertido! Y explosivamente íntimo.
Si ya practicas el BDSM, no busques más. Aquí tienes mujeres expertas en sumisión. Saben lo que están haciendo y encuentran placer en ello. Imprescindible conocerlas si eres adicto a las sorpresas, los desafíos, a llegar a los límites.
Las escorts especializadas en ser sumisas son mujeres que adoran hacer felices a los demás. Y han descubierto que el dolor, dentro de unos límites, puede ser muy placentero.
Sexo bien atado
A veces también una mujer siente la necesidad de ser sumisa en el sexo porque en su vida diaria es muy enérgica y decidida. Tiene muchas responsabilidades profesionales, un alto nivel directivo, la vida le exige mucho. Abandonarse es para ella un gran placer. Convertirse en esclava sexual por unas horas.
La parafernalia utilizada en el sado es además tan erótica. El cuero, los juguetes sexuales, el bondage, el látigo, las ataduras, los castigos y las recompensas… Erotismo y poder, ¿hay mejor mezcla?
Son muchas las escenas íntimas entre un hombre o una mujer y una mujer sumisa. Atarla a la cama y tenerla a disposición plena es un clásico. Pero también puede ser tu sirvienta, tu alumna, tu perrita, tu esclava, por supuesto. Si supieras todo lo que sale de uno mismo cuando tiene la ocasión de hacer con otra persona lo que le plazca… El inmenso placer de las relaciones BDSM está ahí, en esta liberación personal, en salir de lo que uno piensa que es, de los límites que la vida le ha impuesto. Por algo el sexo es tan liberador. O debería.
Cuánto por hacer con una sumisa…
Cuando tienes una esclava sexual, puedes pedirle que te masajee los pies o que te practique un francés. Ordenarle que se desnude y se muestre ante ti en el sofá, con las piernas abiertas. Que se dé placer a sí misma. Que te lama entero. ¿Se te ocurre qué podría pasar si le ordenaras que te descubra placeres nuevos o lo que realmente más deseas en el sexo y aún no sabes? Las sumisas de Casual Escort saben mucho de hombres, de deseos, de erotismo…
Con una mujer sumisa se puede compartir una fantasía sexual, pero no dejar que la practique hasta que uno decida. O ponerla al rojo vivo y no dejarle que llegue a su propio placer. A no ser que se merezca el premio.
Y si es imponer disciplina lo que te motiva… llama a Casual Escorts y permite que te ayudemos a elegir la sumisa de Barcelona que estás esperando desde hace tiempo.
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