Cómo disfrutar al máximo con la postura de la cucharita

El sexo es una parte importante de nuestras vidas y para practicarlo las posturas sexuales son muy importantes. Para evitar caer en la rutina es importante ir probando diferentes posturas y así encontrar las que más placer nos ofrecen. Recuerda, ir cambiando las posturas sexuales te ayudará de manera directa a evitar la temida rutina. 

En el ámbito de las posturas sexuales encontrarás de muchos tipos, pero hoy te vamos a hablar de la postura de la cucharita. Es de las más conocidas, pero es importante que sepas más sobre ella para poderla sacar el máximo partido.  

¿Qué es la postura de la cucharita? 

Esta postura es de las más practicadas por las parejas como nos comentan nuestras escorts. En ocasiones recibe el nombre de spooning.  

Cuando hablamos de la postura de la cucharita, realmente hablamos de una postura en la cual las dos partes se acuestan juntas y mirando a la misma dirección. Normalmente suelen acostarse de lado para poder practicar correctamente la posición. El objetivo es conseguir que la persona que está delante ponga el culo en la zona de los genitales de la persona que está detrás.  

Esta postura es muy buena a la hora de tener relaciones sexuales, pero también es una buena opción a la hora de buscar intimidad y afecto. Es decir, se puede abrazar a la pareja en esta posición y así demostrar cariño e intimidad. La sensación es muy agradable porque muestra el amor que existe entre las dos partes.  

Si nos centramos en la propia postura, vemos que es una postura muy cómoda. Gracias al contacto directo de los dos cuerpos, la posición ayuda a conseguir que las dos partes tengan más ganas de tener relaciones sexuales. Es una manera estimulante de que las dos partes se sientan juntas. Y es que hay que recordar que la piel es el principal órgano del cuerpo, es decir, con el simple contacto ya se pueden comenzar a sentir cosas.  

¿Cuáles son las ventajas de la postura de la cucharita? 

Sin lugar a dudas, la principal ventaja de esta postura es el gran contacto corporal que van a tener las dos partes. Y es que no hace falta realizar la penetración para disfrutar, con el simple hecho de estar en contacto y agarrados ya se pueden obtener sensaciones realmente agradables. Si buscas intimidad y conexión emocional, con esta postura te será fácil conseguirla. Si las dos partes están a gusto en esta posición es porque hay algo muy intenso entre ellas. Por ejemplo, si dos amigos toman esta posición y las dos partes están a gusto, es porque la conexión emocional es mayor a una simple amistad. Si dan el paso, seguro que habría algo importante entre las dos partes. Y es que si no hay conexión superior, esa postura puede llegar a ser desagradable, al menos para una de las dos partes. 

Cuando se realiza la penetración vaginal, es una posición a través de la cual se consigue una estimulación de alta calidad. Eso se debe a que el pene tiene más facilidad a la hora de estimular el punto G. Eso sí, debido a la posición es fácil que se salga, de aquí que las escorts siempre recomienden recorridos cortos.  

A todo lo anteriormente mencionado hay que añadir que es una postura cómoda, la cual se puede practicar incluso cuando una o las dos partes están cansadas. Eso sí, no hay que estar demasiado tiempo en la misma postura, hay que ir cambiando. El objetivo es evitar que alguna parte del cuerpo se pueda dormir.  

Diferentes posturas de la cucharita  

La postura de la cucharita ofrece muchas posibilidades para disfrutar de la intimidad en pareja. Es perfecta para la penetración vaginal o anal, permitiendo variar ángulos y profundidades al ajustar la posición de las piernas. Además, se pueden incorporar juguetes sexuales como vibradores o arneses, lo que añade intensidad y nuevas sensaciones a la experiencia. 

Quien está detrás tiene las manos libres, permitiendo caricias, masturbación y la exploración de zonas erógenas. Mientras tanto, la persona delante también puede tocar, aunque con menos ángulo. La cercanía entre ambos facilita los susurros al oído, y los cambios en la respiración pueden aumentar la excitación. 

Para aquellos que buscan algo más atrevido, es posible incluir juegos como atar o sujetar el cuello, siempre con respeto y consentimiento. Después del encuentro, la cucharita es ideal para el aftercare, compartiendo abrazos y afecto en un ambiente de cariño que refuerza la conexión. 

Consejos para practicar la postura de la cucharita  

Si ya de por sí puedes disfrutar mucho de la postura de la cucharita, es una buena idea tener en cuenta algunos consejos que nos dan las escorts. De esa manera se puede disfrutar mucho más.  

A la hora de poner en práctica la posición puede ser una buena idea usar juguetes sexuales. Hay diferentes opciones entre las que elegir, pero por ejemplo el vibrador suele jugar un papel estimulante muy interesante. Pero hay más opciones, ir variando hará que la excitación sea diferente y así sea más difícil caer en la temida rutina. 

Cerrar los ojos también ayuda a sentir más las sensaciones y disfrutar de la experiencia que se está viviendo. Recuerda, el oído y el tacto pueden ayudarnos y mucho a sentir cosas que de otra manera podrían pasar desapercibidas.  

Cambiar los roles en ocasiones puede ser una buena idea, sin olvidar que si se opta por el pegging el arnés con dildo cobran mucha importancia. 

No olvides que la cucharita no solo es penetración. Muchas parejas piensan que es eso solo y eso provoca que se pierdan muchas cosas por el camino. Ya que tienes la suerte de estar en esa posición con tu pareja, apuesta por acariciarla y explorar un poco su cuerpo. Buscar con calma zonas erógenas es realmente excitante para las dos partes. Sin lugar a dudas, el contacto cuerpo a cuerpo a través de la cucharita no se puede explicar con palabras, ya de por sí es realmente placentera.