Diferencias entre lo erótico para hombres y mujeres

Tras muchos estudios, se ha demostrado que muchas mujeres se quejan de que los hombres no son tan propicios a las caricias como ellas. Pero no solo se quejan por la falta de caricias en la zona de los genitales, sino que también se quejan porque esas caricias no las reciben a nivel general. En cambio, los hombres se suelen quejar porque las mujeres suelen tener menos deseo de tener coitos que ellos. Eso demuestra que hay algunas diferencias eróticas importantes entre los hombres y las mujeres. Eso sí, son diferencias generalistas, ya que no siempre sucede lo mismo. Pero lo importante es dejar claro las diferencias entre la erótica de hombres y mujeres.

Erotización de la mujer

Teniendo en cuenta los últimos estudios que se han realizado sobre el erotismo, nos hemos podido dar cuenta de que el erotismo femenino se centra por todo el cuerpo. Sobre todo, en la piel. Además, se ha podido comprobar que las mujeres tienen menos erotizados los genitales que los hombres. Incluso se ha demostrado que algunas mujeres no los tienen nada erotizados, aunque en un primer momento pueda parecer mentira. Eso se debe a que la mujer no los ha estimulado correctamente, lo que supone que el orgasmo es imposible. En cambio, por suerte hay otras mujeres que sí han aprendido a estimular sus genitales. Gracias a esa estimulación pueden disfrutar más de las caricias en la zona genital y disfrutar del coito mucho más. Eso facilita mucho más la llegada del orgasmo.

Erotización del hombre

En este caso, los estudios demuestran que el erotismo está centrado especialmente en los genitales. En cambio, suele ser bastante común ver a hombres que no tienen erotizada la piel porque se han centrado únicamente en los genitales. Esos hombres no conciben una situación erótica si los genitales no tienen presencia. Eso hace que pierdan grandes oportunidades a la hora de disfrutar.

Diferencias del erotismo entre hombres y mujeres

Hay muchos estudios abiertos respecto a este tema, pero todo indica que todo podría venir dado por la diferencia de educación entre niños y niñas.

Como seguro que estás pensando, a las mujeres no se les enseña a conocer y amar sus genitales. En cambio, a los niños sucede todo lo contrario. Se les enseña a amar sus genitales, en cambio se les enseña a rechazar o no valorar el contacto físico como besos o abrazos. Y mucho menos se les enseña a valorar las caricias. Eso hace que se creen grandes desigualdades entre sexos.

Una vez más, volvemos a recordar que la información que estamos hablando es general. Eso se debe a que no todos los hombres se sitúan en los genitales y no todas las mujeres en las caricias. Es verdad que es lo general, pero en ocasiones hay diferencias.

¿Qué suelen desear los hombres en general?

Como hemos mostrado anteriormente, los hombres son educados especialmente para que tengan el erotismo en sus genitales. Eso ha provocado que el hombre no sepa erotizar el resto del cuerpo. Además, son muchos los hombres que las caricias no las ven como algo erótico o incluso como muestras de afecto. Eso hace que en ocasiones obtengan mensajes contrarios a los que la otra persona está lanzando. Eso hace que el hombre no se centre en las caricias y las pocas que hace en muchas ocasiones sean en “modo obligado”.

Además, cuando hay contacto genital, la gran mayoría de hombres se centra en el placer propio. Eso significa que solo se centran en el coito, recordando que muchas mujeres con ese coito no llegan al orgasmo, es decir, no llegan al placer deseado en muchas ocasiones.

¿Qué suelen desear las mujeres en general?

Muchas mujeres se quejan y han demostrado en los estudios que reciben caricias de sus parejas con único interés, el coito. Usan las caricias con el único objetivo de conseguir subir la temperatura de su pareja, pero no porque realmente lo sientan. Eso hace que esas caricias no sean tan realistas y la experiencia no sea tan positiva. Ante esa situación, la principal queja de las mujeres es que en muchas ocasiones les gustaría poder recibir esas caricias sin tener como objetivo la parte genital o coital. Eso demostraría el verdadero amor y las haría disfrutar más de sus parejas.

Además, muchas mujeres se quejan de que las caricias que reciben son demasiado directas y siempre van ligadas al sexo. Esas caricias se suelen centrar en los senos, nalgas y genitales. Eso hace que muchos hombres se hayan olvidado de otras zonas placenteras para la mujer, las cuales suelen dejar olvidadas.

Por otra parte, las mujeres que aprenden a erotizar sus genitales siempre afirman que disfrutan más de las caricias en los genitales con la mano, boca o roce de genitales. Eso demuestra una vez más que la penetración no ofrece tanto placer como las caricias mostradas anteriormente.

La importancia de buscar puntos en común

Como nos han comentado los expertos, siempre hay que buscar puntos en común para disfrutar al máximo de las relaciones. En primer lugar, hay que aprender a erotizar todas las partes del cuerpo. Pero a su vez es importante disfrutar de las caricias, sin que eso vaya dirigido al coito. Una caricia puede aportar más placer que la propia penetración. Por ese motivo, hay que aprender a darlas para hacer disfrutar a la pareja en cada momento. Al fin y al cabo, una caricia puede llenar de alegría a la persona que la recibe.

A cambio, las mujeres deben aprender a valorar los genitales. Para conseguirlo, es importante aprender del varón. Además, la mujer debe aprender a dejar de lado el pasivismo y aprender a disfrutar y tener más presencia en la relación. Gracias a que se elimina el pasivo, es más fácil que la pareja pueda disfrutar al máximo.

Aprender el uno del otro hará que la pareja esté más unida y en consecuencia las relaciones sexuales y el amor fuera de las mismas sea mucho más placentero. Al fin y al cabo, se puede disfrutar de la pareja fuera de las relaciones sexuales. Simplemente con unas caricias o una mirada.