El hedonismo, perversión de la sexualidad 

Son muchas las personas que nos han preguntado qué es el hedonismo. Para que no tengas que esperar a conocer nuestra respuesta, hemos realizado este artículo. A través del mismo te daremos la información que buscas para que todas tus dudas queden resueltas con facilidad.  

¿Qué es el hedonismo? 

El hedonismo es una filosofía nacida en la antigua Grecia durante el siglo IV a.C. Su nombre proviene del griego hēdonḗ, que significa placer. Según esta corriente, la felicidad se alcanza a través del disfrute, considerando que una vida enfocada en buscar experiencias placenteras es una vida plena. Los hedonistas valoran tanto los momentos simples como los más significativos, encontrando en ellos una fuente constante de satisfacción.  

Esta visión invita a vivir intensamente el presente, apreciando cada instante que aporte bienestar. El hedonismo destaca la importancia de priorizar aquello que genera alegría, promoviendo una existencia donde los placeres se convierten en el motor que da sentido a las acciones y decisiones de quienes lo practican. 

¿Todos los placeres ayudan a ser feliz? 

Teniendo en cuenta la mentalidad de los hedonistas, la felicidad se consigue cuando se pueden hacer realidad los deseos. Pero no siempre se consigue así, para otros esa felicidad la consiguen cuando no hay dolor y para otros cuando se obtiene placer por las cosas que se realizan.  

Si pensamos a nivel general, solemos pensar que el placer está en el sexo, dinero, comida… Pero en muchas ocasiones el verdadero placer se encuentra en las cosas más sencillas. Por ejemplo, una mirada penetrante con la persona a la que amamos ya de por sí nos puede ofrecer un grado de placer elevado. Pero es solo un ejemplo, otras cosas sencillas que nos pueden dar placer pueden conversaciones, canciones, paseos, sensaciones…  

Lo que está claro es que cada persona tiene sus propios placeres. El problema es que en ocasiones buscamos algunos placeres porque en cierta manera nos han sido impuestos. Pero los verdaderos placeres son los que propios y esos solo se pueden descubrir investigando y disfrutando.  

Un problema común es que tendemos a pensar que una cosa nos va a dar placer y solo buscamos ese objetivo. Eso se llama la paradoja hedónica. No solo porque en ocasiones sufrimos por conseguir ese objetivo, sino porque en muchas ocasiones ese objetivo no nos aporta el placer que pensábamos en un primer momento.  

Un ejemplo de la paradoja hedónica la encontramos en las relaciones sexuales. En ocasiones pensamos que va a ser impresionante y vamos a disfrutar de un gran orgasmo. Y para conseguir ese orgasmo forzamos las cosas y luego en ocasiones el placer no es el esperado. Y eso se debe a que en muchas ocasiones el placer se encuentra en las pequeñas cosas y cuando no lo esperamos.  

En este caso, un buen hedonista siempre diría que el placer no es placer cuando se sufre, tanto a nivel de bienestar o de salud. No hay que seguir un camino equivocado porque entonces no vamos a poder ser realmente felices.  

¿Es negativo ser hedonista? 

Son muchas las personas que ven la palabra hedonista como algo negativo. Eso se debe porque cuando alguien dice que es hedonista lo primero que se suele pensar que es una persona que se da placeres de todo tipo y sin ningún tipo de control. Con el objetivo de obtener beneficios placenteros deja de lado su propia vida o incluso perjudica a los demás. Eso significa que si se piensa así lo común es pensar que un hedonista es un egoista. Como puedes imaginar, para muchas personas ese término es negativo. 

Durante la Edad Media, el cristianismo rechazó los placeres corporales al considerarlos incompatibles con la espiritualidad. Figuras como el Marqués de Sade y Oscar Wilde llevaron esta búsqueda del placer a extremos que desafiaban normas éticas y sociales, generando controversias significativas. 

Sin embargo, el hedonismo es mucho más que un simple exceso. Se trata de una filosofía que promueve vivir el momento presente, valorar el coraje frente al temor y aceptar la vida con sus circunstancias sin arrepentirse de lo que no ocurrió. Según Valerie Tasso en Antimanual de sexo, el hedonista encuentra placer en lo que tiene sentido, no en lo que se persigue de manera forzada. Valora el cuerpo como un compañero, no como una limitación, y busca la paz interior como un arte complejo. 

El hedonismo, lejos de los excesos, es una actitud consciente que apuesta por el equilibrio y la plenitud personal. 

La realidad del hedonista 

Muchas personas piensan que por tener más relaciones sexuales van a ser más felices. Puede ser, pero es una realidad que solo afecta a algunos. Y es que para todos no es igual de positivo ese placer que se obtiene, sobre todo cuando follar va acompañado de pasos negativos para obtener ese placer.  

Para otros hedonistas, el placer no se consigue teniendo el máximo número de relaciones sexuales posible, sino cuando se consigue disfrutar de las pequeñas cosas que acompañan al acto sexual. Lo que está claro es que cada persona debe descubrir sus placeres para llenarla de ellos. Y recuerda, no todo el mundo consigue los mismos placeres con las mismas cosas.  

Aprender a encontrar los placeres de cada uno es fundamental. No hay que dejarse llevar por la sociedad, sino que hay que investigar para aprender lo que interesa a uno mismo. El placer está en la propia esencia del a vida, solo hay que experimentarlo y aprovecharlo. Y recuerda, obtener placer no es malo, siempre y cuando no haya experiencias negativas o dañe a los demás. Con esto podemos concluir que el placer somos nosotr@s.