Pegging: qué es y cómo se practica 

No te vamos a engañar, la palabra pegging no es de las más usadas, pero cuando la escuchamos rápidamente nos surge interés y queremos saber más sobre el término. Y para eso estamos aquí.  

Con la ayuda de nuestras escorts no solo te vamos a decir qué es el pegging, sino que también te vamos a mostrar ideas para practicarlo y así puedas sacarle el máximo provecho. Sin lugar a dudas, si te encuentras con algo de energía para experimentar cosas nuevas, el pegging hoy puede ser una gran novedad para ti.  

¿Qué es el pegging? 

Para comenzar tenemos que explicar que el pegging es una práctica sexual en la cual la mujer realiza una penetración al hombre. Como no dispone de pene, lo que hace es que la penetración la ayuda con algo exterior. Normalmente la penetración suele ser realizada con un dildo y sobre todo con un arnés. Eso facilita mucho la penetración por parte de la mujer.  

El pegging comienza a hacerse famoso porque esta práctica comienza a practicarse por cada vez más parejas. Al fin y al cabo, experimentar en pareja es bueno, por lo que está técnica puede ser excitante y placentera para las dos partes. Eso sí, solo se debe poner en práctica cuando realmente las dos partes están de acuerdo.  

Esta técnica está ganando fama porque la técnica permite cambiar los roles de la pareja, algo que suele ser muy excitante para las dos partes. En este caso, la mujer es la que controla y realiza la penetración, mientras que el hombre se somete y se deja penetrar.  

Aunque pueda parecer lo contrario, tanto el hombre como la mujer disfrutan de una gran excitación. En el caso del hombre, la estimulación anal es realmente placentera, siempre y cuando no se haga de manera forzada. Como bien sabrás, la zona anal del hombre da acceso al punto G, lo que significa que el placer está asegurado.  

Eso sí, que el hombre sea penetrado con esta técnica no define la orientación sexual. Las personas modernas están expuestas a experimentar y eso hace que esta técnica se esté haciendo popular. Al fin y al cabo, la excitación de ser penetrado por una mujer es realmente excitante. Como nos comentan las escorts, esta técnica cada vez se la solicitan más clientes. 

¿Cuáles son los beneficios del pegging? 

Tras tener claro que el pegging no tiene nada que ver con la orientación sexual, pasamos a mostrar algunos de los beneficios que se pueden obtener con esta técnica. 

• Placer: uno de los mayores beneficios es el placer. Las dos partes aumentan la excitación y el placer de las relaciones sexuales. No solo el hombre, la mujer también disfruta pudiendo penetrar a su pareja. 
• Innovación: con el pegging podrás hacer cosas nuevas con tu pareja y así salir de la rutina. Si notas que tu vida sexual es bastante repetitiva, esta técnica puede ser de gran ayuda para romper con la rutina.  
• Sensaciones: aunque pueda parecer lo contrario, con esta técnica las dos partes pueden disfrutar de sensaciones que no se pueden explicar con palabras. Por ese motivo hemos comentado que se presenta como una buena opción a la hora de experimentar cosas diferentes.  
• Estimulación: la estimulación anal ayuda a que la probabilidad de sufrir cáncer de próstata sea inferior según los últimos estudios. Es un beneficio solo para el hombre, pero merece la pena incluirlo en este listado. 
• Eyaculación: diferentes estudios han demostrado que este tipo de penetración puede ayudar a que el hombre también tenga más facilidad a la hora de eyacular. Eso se debe a que le resulta más fácil llegar al clímax, de aquí que la gran mayoría de hombres no tengan problemas en repetir. 
• Salud: es una técnica realmente beneficiosa para la salud sexual.  

Todo eso nos demuestra que el pegging es una técnica que puede ofrecer muchas ventajas. No se pierde nada, pero a cambio se puede ganar mucho.  

¿Cuál es la mejor opción para practicar pegging? 

Actualmente la mejor opción por la que se puede optar es por usar un arnés sexual. En el mercado puedes encontrar diferentes tipos, lo que significa que tendrás que elegir por la opción que encaja mejor con lo que estás buscando. 

El arnés debe colocarse correctamente para posteriormente realizar la penetración. Normalmente se suele optar por las correas por comodidad, pero también existe entre otras opciones el arnés doble sin correas.  

¿Cuándo se debe practicar pegging? 

No todo el mundo puede practicar pegging. Solo debe ser realizado si las dos partes tienen interés o curiosidad por practicar esta técnica excitante.  

Es una fantasía sexual que muchas personas han soñado, pero que no siempre se han atrevido a hacer. Habla con tu pareja y si la otra parte acepta, hoy puede ser un buen día para ponerlo en práctica. Aunque parezca mentira, muchos hombres quieren ser penetrados por sus parejas y muchas mujeres les quieren penetrar.  

Mejores posturas del pegging 

El pegging tiene muchas opciones, pero te vamos a mostrar algunas de las mejores posturas para que le puedas sacar provecho con facilidad. 

• Misionero:  la posición típica es que la persona penetrada se recueste boca arriba con las piernas abiertas. La otra persona se recuesta sobre ella, cara a cara, para realizar la penetración desde ese ángulo. Para sostenerse, la persona que lleva el arnés se apoya en sus rodillas y brazos. Esta posición facilita la intimidad visual y táctil entre ambas personas, ofreciendo comodidad y control durante el acto. 
• Vaquera: imagina que estás encima de tu pareja, pero en lugar de mirar hacia adelante, estás mirando hacia los pies de tu pareja. En esta posición, tú tienes el control total sobre la profundidad y el ritmo de la penetración. 
• Perrito: la persona que va a ser penetrada se coloca sobre una superficie plana apoyándose en manos y rodillas, a cuatro patas como un perrito. La otra persona, que lleva puesto el arnés, realiza la penetración desde atrás, estando semi-arrodillada. Esta postura le da control total sobre el ritmo, la profundidad y el movimiento de la penetración. Pueden ajustar todo esto moviendo las caderas de la persona que está siendo penetrada. Es una posición que permite una interacción íntima y la posibilidad de variar la intensidad según lo que ambos prefieran.