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monogamia 2 - Relaciones no monógamas: verdades y mentiras

Relaciones no monógamas: verdades y mentiras

monogamia - Relaciones no monógamas: verdades y mentiras

Hasta hace poco tiempo las relaciones no monógamas tenían poco interés y salían poco en los medios de comunicación. Pero las cosas están cambiando y están ganando protagonismo.

Por ese motivo, a lo largo de estas líneas te vamos a hablar de los mitos que todavía están presentes sobre las relaciones no monógamas. Nuestro objetivo es que conozcas esos mitos y puedas darte cuenta de la verdadera realidad. En ocasiones nos creemos todo lo que nos dicen por no buscar información. Y para eso estamos aquí, para abrirte los ojos sobre ese tipo de relaciones.

1- Monogamia no es natural

Se ha podido demostrar que en la naturaleza hay muchas opciones entre las cuales relacionarse. Eso quiere decir que esas relaciones pueden ser monógamas o no monógamas. Todo depende de la especie animal de la que estemos hablando.

Si nos centramos en el ser humano, nos damos cuenta de que la monogamia ha sido la más común dentro del mundo occidental. Pero que la cultura nos indique eso, no quiere decir que sea lo único natural. Y eso se puede ver en otras culturas en las cuales la no monogamia es más común de lo que parece. Algunas culturas como la etnia de los mosuo en China optan por esta opción y no les va nada mal. Por ese motivo debemos olvidarnos de ese mito y ver las opciones como posibles. Cada persona debe elegir la que mejor encaja con lo que busca.

2- Si deseas a otra persona teniendo pareja es porque algo no va bien

Suele ser muy común escuchar que, si miras a otra persona estando con tu pareja, es porque algo no va bien. Pero eso no es así. Se ha demostrado que puedes estar muy bien con tu pareja y quererla y mirar o incluso sentirte atraído por otras personas. Esa creencia está vinculada directamente a los mitos del amor romántico como el mito de la media naranja. Pero se ha demostrado que hay muchas personas que pueden combinar con nosotros.

Pero como podrás comprobar por ti mismo, puedes querer y amar a una persona y sentirte atraído por otras. O incluso puedes amar a diferentes personas a la vez. El ser humano se ha vuelto muy celoso por sus creencias, pero esas creencias deberían ser renovadas por unas más modernas. Una persona puede querer mucho a su pareja y sentirse atraído por otras. Y eso no supone que la relación esté en juego.

3- Las relaciones no monógamas son infidelidades consentidas

Es vital diferenciar entre las relaciones no monógamas consensuadas y las que no lo son. Si las dos partes están informadas sobre el tipo de relación que están viviendo y ambas partes aceptan, entonces no hay ningún tipo de infidelidad. En cambio, si no hay consenso, entonces sí que se podría producir una infidelidad por una de las partes.

Elegir el tipo de relación siempre debe ser libre y debe ser aceptado por las dos partes. Si una no la acepta, entonces la relación no se podrá llevar a cabo porque sufrirá mucho. Se ha demostrado que muchas parejas que han apostado por las relaciones abiertas les ha funcionado muy bien. Pero como hemos comentado, ambas partes deben ser conscientes y estar de acuerdo con ese tipo de relación.

monogamia 2 - Relaciones no monógamas: verdades y mentiras

4- Las personas no monógamas son incapaces de comprometerse

Es otro de los mitos más comunes que merece la pena destacar en este artículo. Cuando se produce una relación no monógama es necesario que se creen varios vínculos y se respeten. Esos vínculos suelen ser amorosos, afectivos y sexuales. Y se deben cumplir bajo un mínimo compromiso.

Pero muchas personas piensan que dentro de una relación no monógama es imposible comprometerse. Pero eso no es así. Una persona puede comprometerse con más de una persona, lo que demuestra que esa creencia es totalmente errónea.

5- Las relaciones no monógamas deben ser simétricas

Es otro mito que hay que desmentir. Se ha demostrado que los acuerdos no siempre deben ser igualitarios, en ocasiones pueden ser adaptados a los deseos o necesidades de la persona afectada. Eso no significa que sean acuerdos menos justos para una parte, sino ajustados. En ocasiones se puede dar por ejemplo una pareja en la cual una parte es monógama y la otra poliamorosa.

6- Las personas no monógamas tienen más enfermedades de transmisión sexual

Sufrir una enfermedad sexual no va ligado al número de personas con las cuales se tiene una relación sexual, sino al nivel de protección que se tiene a la hora de disfrutarlas. Incluso en ocasiones hay personas que apuestan más por el amor que por el propio sexo, lo cual se suele dar en el poliamor, en el cual podríamos incluir las relaciones polifieles.

Por ese motivo, el mito es falso. Una persona que tiene muchas relaciones sexuales con personas diferentes no es más propensa a sufrir enfermedades de transmisión sexual. Todo depende del nivel de protección que use a la hora de disfrutar de esas relaciones. Si es consciente de los peligros, tomará medidas y en consecuencia esas relaciones no serán un riesgo para esa persona.

7- Las personas no monógamas no sienten celos

Se ha demostrado que una persona que apuesta por este tipo de relación puede sufrir los mismos celos que cualquier otra persona. Lo importante no son los celos, los cuales demuestran amor hacia cierta persona. Lo importante es la gestión que se hace de los mismos. para gestionarlos correctamente es vital buscar el origen de esos celos y trabajar las inseguridades. Y es que en muchas ocasiones los celos son infundados, por ese motivo hay que trabajar la confianza y los vínculos para evitar sufrirlos. Pero lo importante es saber que todo el mundo puede tener celos, independientemente del tipo de relación que tenga.

 

 

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