¿Son seguros los piercings en los genitales?
Los piercings están muy de moda, pero ahora cada vez son más las personas que quieren ponérselos en los genitales. Para algunas personas puede parecer algo raro y para otras algo normal que ayuda al morbo erótico.
A lo largo de este artículo nos vamos a centrar en ver si realmente los piercings son seguros en los genitales para que te sea más fácil saber si realmente es una buena opción ponértelos o no. Y es que a la hora de disfrutarlos no solo tenemos que tener en cuenta si nos quedan bien o no, sino que también debemos tener en cuenta otros aspectos como si los mismos pueden ser o no peligrosos para nuestra salud.
¿Por qué se ponen los piercings en los genitales?
Según los últimos estudios, son pocas las personas que realmente se ponen los piercings en los genitales por factor estético, al fin y al cabo apenas son vistos por los demás, a excepción de la pareja. Eso quiere decir que la gran mayoría de personas optan por ponerselos con el objetivo de aumentar el placer sexual. Según muchas personas los piercings ayudan a aumentar la intensidad y el morbo de las relaciones sexuales.
Pero esa es la opinión de algunas personas, porque según algunos expertos eso no es realmente así. Eso quiere decir que según algunos estudios realizados por expertos en el ámbito sexual nos hemos dado cuenta de que realmente no producen cambios en los orgasmos. Eso significa que los piercings en los genitales perderían interés para muchas personas.
Lo que está claro es que los piercings en los genitales en vez de perder importancia no paran de ganarla, sobre todo entre los jóvenes, los cuales siguen con la creencia de que aumentan el placer. Además, hasta hace poco la creencia estaba en occidente, pero también se está extendiendo a Asia. Eso está haciendo que cada vez más personas a nivel mundial estén optando por esta moda.
¿Cuáles son los riesgos de los piercings en los genitales?
Para dar respuesta a esta pregunta nos basamos en la información publicada por los expertos tras analizar diferentes estudios. Lo que está claro es que los piercings pueden llegar a ser bastante peligrosos, es decir, siempre hay que usarlos con cuidado para evitar problemas.
Si nos centramos en los riesgos que puede sufrir una mujer que opta por los piercings en sus genitales nos damos cuenta de que son bastantes. Como hemos podido saber, la mujer suele optar por ponérselos en el labio mayor, menor y clítoris. Dentro de esa táctica podemos ver como uno de los grandes problemas es la cicatrización porque en esas zonas delicadas suele tardar mucho. Como puedes imaginar, un periodo tan largo de cicatrización aumenta el riesgo de infección. Para que te hagas a la idea, en la zona del clítoris puede tardar incluso hasta seis semanas en cicatrizar. Eso puede ser considerado como demasiado tiempo, de aquí que el riesgo sanitario sea muy alto.
Además, la mujer puede tener problemas a la hora de usar métodos de protección sexual. Un piercing puede provocar la ruptura del preservativo, lo que significa que se estaría perdiendo la protección. Pero a eso también hay que sumar posibles alergias a las infecciones. Incluso el piercing puede sufrir irritaciones que pueden afectar a su día a día o incluso pueden afectar de manera negativa a la relación sexual.
Las mujeres también están apostando por ponerse los piercings en los pezones. Pueden parecer más seguros, pero la realidad es muy distinta. También tienen sus riesgos. En este caso se puede producir una infección que se traducirá en muchos casos en mastitis. Además, se puede sufrir de sensibilidad y eso provoca rechazo al masaje de los senos y problemas a la hora de la lactancia cuando se produzca.
Pero los hombres también pueden sufrir problemas sanitarios cuando optan por los piercings en los genitales. Según los últimos estudios, muchos hombres sufren alteraciones en el pene. El roce puede provocar un exceso de grosor y eso puede traducirse en leucoplasia o eritroplasia. Eso hará que las lesiones sean negativas y el dolor esté siempre presente.
Si el piercing se pone cerca de la uretra, el mismo podría provocar de manera indirecta obstrucciones y deformaciones. Eso provocaría problemas al orinar. Ese problema no siempre se da en el momento de ponerse el piercing, sino que en muchas ocasiones aparece a medio y largo plazo.
Por ese motivo, si estás pensando en ponerte un piercing en los genitales, lo mejor que puedes hacer es pensar si realmente merece la pena el riesgo.
La higiene es fundamental con los piercings en los genitales
Si finalmente decides ponerte un piercing en los genitales, te recomiendo cuidar la zona al máximo. Los cuidados no solo los deberás tenerlos hasta que la zona se cure y cicatrice, sino que también los tendrás que tener en tu día a día para evitar la temida infección.
Si la higiene en los genitales siempre debe ser importante, con un piercing deberá serlo más. Si no se mantiene una buena higiene la probabilidad de infección será mucho más alta, lo cual no interesa.
Además, si se nota que se ha producido una infección o un rechazo por parte del cuerpo no hay que cometer el error de intentar seguir usándolo. Hay que retirarlo inmediatamente y comenzar con el tratamiento adecuado. Lo mejor es ponerlo, pero si te lo has puesto y estás sufriendo infecciones, entonces lo mejor que puedes hacer es evitar seguir usándolo. Desde aquí podemos asegurarte que el riesgo es demasiado alto, sobre todo teniendo en cuenta que apenas beneficia a las relaciones sexuales.